Crónica
Industrias Santa Coloma sigue sin saber lo que es ganar en Pamplona en Liga regular desde su regreso a la máxima categoría del fútbol sala nacional. Ya son 12 temporadas sin conseguir una victoria. Esta noche ante casi 3000 espectadores en Anaitasuna, cedió por 6-2 en un partido que quedó prácticamente resuelto en la primera parte (4-0).
Verdejo presiona a Araça
La estadística es fría y dura. Y los números expresan que Industrias Santa Coloma ha sumado sólo 4 puntos de 27 posibles como visitante en lo que llevamos de Liga. Esos números que también hablan de que ganar en Pamplona se ha convertido en misión casi imposible: 10 derrotas y 2 empates en las últimas 12 visitas en fase regular. Hace más de 5 años que los colomenses no puntúan en la capital navarra.
Si a todo esto añadimos que la versión Liga de Osasuna Magna en poco o nada se pareció a la que vimos en La Colina el pasado martes, como por otra parte era de esperar, entenderemos el castigo al que fue sometido nuestro equipo. El ajuste de cuentas de los de Imanol Arregui empezó con un penalti por mano de Well que Rafa Usín desde los 6 metros convirtió en el 1-0. Con viento a favor los navarros no dejaron de pisar el acelerador penalizando cualquier error visitante. Así llegó el 2-0 de Araça tras una indecisión a la hora de sacar una falta. Y casi a renglón seguido el tercero obra de Roberto Martil. Un minuto fatídico y el partido que se puso muy cuesta arriba. Bruno Petry pudo marcar pero su remate se estrelló en el poste y en una acción de estrategia Dani Saldise hizo el 4-0. Antes de llegar al descanso Javi Rodríguez apostó por el ataque de cinco con el reaparecido Sepe haciendo las funciones de portero. El propio Sepe estuvo a punto de marcar el primero de los colomenses.
Tuvimos que esperar al segundo tiempo para que los goles cayeran del lado de nuestro equipo. Bruno Petry y Uri Santos acortaron las diferencias cuando el partido estaba bajo control local y llevaron cierto nerviosismo a las gradas y a la cancha. Los navarros no se sintieron tan seguros ni tan fuertes. Esas dudas no fueron aprovechadas y la reacción se quedó sin completar. En la recta final con Corso enfundado con la camiseta de portero y ataque en superioridad numérica, llegó la sentencia obra de Araça a 3 minutos para la conclusión. Bynho acabó por redondear la victoria de Osasuna Magna que restañó las heridas que dejó la Copa del Rey.
