Crónica
Catgas Energia sufrió un duro revés ante Santiago Futsal (3-6) y extiende una jornada más su mal fario en casa esta temporada. Un mismo equipo con dos caras bien diferentes. En la primera mitad los colomenses remontaron el gol inicial de los gallegos y con una reacción brillante se colocaron con un 3-1 muy esperanzador. En la segunda parte sucumbieron con un parcial de 0-5, sin capacidad de respuesta ni siquiera con el ataque de cinco. Una derrota que hace daño.
Se rompió la buena dinámica y las sensaciones positivas que había desprendido Catgas Energia antes del parón liguero. El año 2018 le estaba sentando bien a nuestro equipo hasta el partido de esta noche. Frente a un rival que no había ganado fuera todo parecía ir de cara para lograr la primer victoria en casa de la temporada. Y más después de un primer tiempo en el que los colomenses fueron capaces de sobreponerse al gol madrugador de Santiago Futsal. Ximbinha, casi de inmediato, Ari de falta y Pol, remontaron y pusieron el partido con viento a favor. Catgas Energia controló sin sobresaltos una primera mitad, con una presión alta que maniató a los gallegos que apenas dieron señales de vida en ataque. El resultado se quedó corto con una renta de dos goles que sin ser definitiva y menos en este deporte, no hacía presagiar lo que se fraguaría en el segundo acto.
En la reanudación los primeros 10 minutos no alteraron el pulso de ninguno de los equipos. El paso de los minutos sin ocasiones claras de gol fue la tónica con un dominio alterno que hizo trabajar muy poco a los dos porteros. Cierto conformismo por parte local hasta que sonaron todas las alarmas porque Santiago Futsal se encontró con un gol de estrategia que incomprensiblemente hundió a Catgas Energia. Como si el 3-2 hiciera cundir el pánico llegó el empate segundos después. Y a partir de aquí un nuevo partido que con el primer ataque de cinco, lejos de mejorar acabó por empeorarlo todo. Un error y otro gol que colocó a los gallegos por delante, 3-4. Más nervios y ausencia de reacción. El 3-5 y el 3-6 fueron consecuencia de un final lleno de impotencia. Una derrota que duele y una estadística en Santa Coloma que pesa y abruma.
