Industrias Santa Coloma logró imponerse a un FC Cerdanyola (4-3) que le discutió la victoria durante muchos minutos de partido. El tercer triunfo de esta pretemporada fue muy trabajado y necesitó de una remontada en la segunda parte. Mario que fue titular se retiró en el primer tiempo con molestias en el adductor.
Le costó a Industrias Santa Coloma ganar esta noche. El Cerdanyola plantó cara y a pesar de un buen comienzo con dos grandes goles de Sepe, en acción colectiva, y de Uri Santos, en jugada individual, fue de más a menos conforme avanzó el partido. Javi Rodríguez situó en el cinco inicial a Mario Almagro en la portería y Álex Verdejo en lugar de Drahovsky, el gran ausente de este cuarto amistoso. El portero madrileño tuvo tiempo de protagonizar una doble parada ante Sergio Amores antes de retirarse prematuramente con una lesión en el adductor. Mario había estado a punto de parar el penalti que Gordillo había chutado para conseguir el 2-1. La pena máxima señalada por los colegiados por unas posibles manos fue muy protestada por nuestro equipo. Con ese resultado, con todos los jugadores convocados disfrutando de minutos, incluidos Novo y Abdel, y con el equipo superando las cinco faltas, los últimos minutos de la primera mitad fueron para los visitantes. Un oportunista como Héctor Albadalejo no podía faltar a su cita con el gol estableciendo el empate momentáneo (min.16) y Sergio Amores desde los 10 metros colocó un sorprendente 2-3 (min.18).
El paso de los jugadores por el vestuario sirvió para que no se hiciera esperar la reacción. A los pocos segundos de la reanudación Corso marcó el 3-3 tras un excelente pase de Verdejo y la remontada cristalizó con un autogol de Cerdanyola (min.28). Las transiciones rápidas de los visitantes plantearon problemas a nuestro equipo que Borja supo resolver con acierto. Y la falta de puntería impidió que Industrias Santa Coloma aumentara su ventaja. El ataque de cinco de los vallesanos a 1’57” para la conclusión acabó con la expulsión por doble amonestación de Toti, por un claro derribo sobre Corso, que permitió un final de partido mucho más plácido.
